Ugo_rocco dijo: Espero que ese luto no sea como dijo Florentino Ariza "Para toda la vida". y comentando sobre el luto y "El amor en los tiempos de cólera", sería muy interesante que escribiéramos sobre las diferentes y extrañas formas de muerte a las que se recurren en la literatura, por ejemplo el suicidio de Jeremiah de Saint-Amour con Cianuro de Oro, en el citado libro.
Mi memoria no es tan buena, pero espero poder seguir la idea de Ugo_rocco (¡él nos tendrá que contar la suya!). Cada etapa de la vida o casi cada situación posible de al vida puede ser contada en la literatura. Y hay cada muerte...
Si yo pudiera elegir mi propia muerte, quizás sería la de Teresa, junto a Tomás, en La insoportable levedad del ser, de Milán Kundera. En paz y junto al hombre con el pasó su vida y al que amó, aunque no entremos en detalles de ese amor. Además, me parece que Kundera describe el final de una forma inolvidable... dar pasos de baile al compás de un piano y un violín con una tristeza que dice que llegamos a lo último de la vida, pero con una alegría que dice que llegamos juntos. De suicidios he leído pocos... pero siempre pienso en el poema de Alfonsina Storni: quisiera esta tarde divina de octubre pasear por la orilla lejana del mar / que la arena de oro y las aguas verdes y los cielos puros me vieran pasar...
Eso cuento yo, en el día en que murieron más de 30 estudiantes en Virginia. Ojalá la literatura contara de este día, 16 de abril de 2007, solo para que ese horror no se repita ni crezca. A veces, ese es el deber y el poder de la palabra.
¿Y sus muertes y olvidos y recuerdos?
lunes, 16 de abril de 2007
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6 comentarios:
La Palabra trabaja activamente para que eso no suceda nuevamente.
De la muerte más fuerte que recuerdo en la literatura es la que describe José Rutilio Quezada en "La última guinda" cuando todos están muriendo en el desierto al querer emigrar al norte.
Seguramente, con este acontecimiento de la universidad de Virginia y los 32 muertos, se hará una película hollywoodense muy pronto.
Es sorprendente la cantidad de sicópatas que EEUU fabrica día a día.
Al igual que Alcion, la muerte que ha estado en mi memoria tambien es parte de "La ultima guinda", de Rutilio Quezada. Pero no es la del desierto, es aquella escena donde la muerte se ve venir en una bala. Ves la bala y el ultimo remordimiento del que dispara, y con esa misma bala vez una serie de recuerdos, arrepentimientos, alegrias, y tantas cosas que se cuentan en un centenar de paginas, pero que la protagonista recuerda en un segundo. Esa escena, se quedo en mi memoria. Y otra que tamnbien tengo muy presente es tambien descrita por Quezada, cuando los protagonistas de Dolor de Patria van declamando y cuestionando a la vez la oracion a la bandera salvadorena mientras se van hundiendo en el agua...
y qué decir de los cientos de muertos que hay en irak?? En cuanto a las muertes q he leído, me quedaría con la forma de describir, o mejor dicho la forma de despedirse, que hace Roque Dalton en el poema "Alta hora de la noche"...además de las descripciones de muerte q hacen Luis Eduardo Aute, en mala muerte; y Silvio Rodríguez, en El Dulce abismo...espero lean el poema y escuchen las dos canciones...
Hola!!! si veo que nos habiamos separado por la lumpereza...
Bueno hoy quiero pedirle que nos puedes recomendar para aprender sobre literatura, yo soy un principiante en la lectura aspiro a poder obtener buenos conocimientos y no dejo de ver este blog...
Saludos.
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